Recuerdo que cuando era niña y estaba en la escuela primaria no me gustaba la asignatura de historia, para mí era muy aburrida, puesto que la metodología de enseñanza que utilizaban mis maestros era poco atractiva. Para iniciar la clase el maestro nos ponía a leer varias veces la lección que íbamos a abordar, posteriormente nos hacia escribir la lección entera o si bien nos iba únicamente nos pedía un resumen; cada que veíamos la materia de historia se repetía lo mismo, en lo único que podía variar era en que en vez de realizar un resumen o copiar la lección otra de las actividades era sacar cuestionarios de 30 o más preguntas, según el contenido del tema. Al maestro le interesaba que memorizáramos las fechas y personajes destacados de cada periodo o acontecimiento histórico, mientras que a mí como alumna lo único que me interesaba era terminar mi resumen o actividad y pasar a la siguiente materia.
La enseñanza de la historia en años anteriores se remitía a un proceso de memorización que no llevaba al alumno a apropiarse de los conocimientos o a involucrarse con los hechos históricos sino que era un proceso tan repetitivo que no se le podía encontrar el sentido y mucho menos responder a las preguntas ¿por qué y para qué es importante que aprendamos historia? Los maestros utilizaban estrategias de enseñanzas aburridas y poco motivantes para los educandos tales como:
- Resúmenes
- Copiado de lecciones
- Cuestionarios
- Lectura memorística
En mi práctica docente he tenido la oportunidad de trabajar con 6º, 1º, 2º y 3º año reflexionado mi práctica educativa he llegado a la conclusión de que en mis inicios como maestra hubo momentos (cuando se acercaba un examen de importancia Olimpiada del Conocimiento, Enlace, entre otros) que al elaborar mis secuencias didácticas caí en ese rol tradicionalista que no lleva a los alumnos a un saber significativo utilizando algunas de las actividades arriba mencionadas, esto con el fin de que los alumnos tuvieran la información que finalmente se pide en el examen, como una fecha importante o nombres de "personajes históricos" y considero que esto le ha sucedido a muchos maestros en el trabajo con los alumnos en la asignatura de Historia y quizá también en otras. Sin embargo también he tratado de implementar estrategias diversas para la enseñanza de la historia, lo cual no ha podido consolidarse en aprendizajes significativos ya que no tenía conocimiento de alguna metodología para el trabajo con esta asignatura.
Reflexionar sobre la enseñanza que viví en la escuela primaria y mis experiencias propias como docente me ha hecho modificar la idea que tenia de la enseñanza de la historia (ver trabajo 2. Modificaciones en mis representaciones e impacto en mi práctica docente) valorar la importancia de hacer a conciencia mis secuencias didácticas evitando llegar a repetir lo que con el paso del tiempo en la educación se ha convertido en una lucha constante por dejar atrás la enseñanza memorística y los procesos tradicionalistas que se implementaban proponiendo nuevas metodologías de enseñanza y utilizando nuevas técnicas y herramientas que le permitan al alumno entender las preguntas que mencionaba anteriormente ¿por qué? y ¿para qué? aprender historia.
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